SINCERIDAD: (Franqueza, Lealtad, Nobleza)
Es expresar con sencillez, verdad y tino, lo que se dice o se hace. Pero cuidado: Este valor se puede interpretar livianamente como atrevimiento, insolencia o falta de respeto. La veracidad nos hace libres, pero en general no nos gusta si nos concierne. Este valor implica decir, usar o profesar siempre la verdad, basada en la autenticidad, realismo y naturalidad, manteniendo dichos actos, aunque nos produzcan disgustos. La sinceridad es un valor humano importante. Ir por la vida con mentiras, disimulos, intenciones escondidas o medias verdades lleva a la infelicidad a través de inseguridades y desconfianzas. Todas las mentiras contienen fisuras por las que se puede descubrir la falsedad de la persona. Leías en aquel diccionario los sinónimos de insincero: ambiguo, ladino, disimulado, taimado, astuto, Cerraste el libro, mientras pedías que nunca pudiesen aplicarte esos calificativos, y te propusiste afinar aún más en este valor de la sinceridad. Quienes mienten y disimulan no logran comunicación con los demás porque crean una barrera entre persona y persona que impide la confianza. Esta barrera hace imposible la amistad, crea a su alrededor una maraña de malos entendidos que esconden la realidad. Al final, los mentirosos se quedan solos porque nadie se fía de ellos. La mentira es la ofensa más directa contra la verdad. Mentir es hablar u obrar contra la verdad para inducir a error, lesionando la relación del hombre con la verdad y con el prójimo. La gravedad de la mentira se mide según la naturaleza de la verdad que deforma, según las circunstancias, las intenciones del que la comete, y los daños padecidos por los que resultan perjudicados. Ni en las circunstancias más apuradas es oportuno mentir. Es mejor callar, si es posible; nunca decir lo que no es cierto.
Amar la verdad: Solo cuando en la propia vida se ha optado por la verdad y se ha cultivado esta actitud, es posible eludir la mentira. Aparecen circunstancias y momentos en los que decir la verdad es arriesgado y difícil. Sin embargo, conviene perder el miedo a aceptar las exigencias que la verdad lleva consigo. No tengas miedo a la verdad, aunque la verdad te acarree la muerte: ante la amenaza de la muerte, son mártires quienes afirman valientemente su fe y entregan su vida por amor al Creador. Pero, sin llegar a este extremo, son muchas las ocasiones en que expresar la verdad, lo que se piensa, se sabe o se cree, provoca problemas y dificultades. Sin embargo, un hombre honesto, dice siempre la verdad, nunca miente. A veces no se trata de mentiras, pero sí de medias verdades o de noticias tendenciosas, que llevan a la pérdida de veracidad de las informaciones. En el año 1815 el diario francés Moniteur fue presentando así a sus lectores el trayecto de Napoleón hacia París: el bandido ha huido de la isla de Elba; el usurpador ha llegado a Grenoble; Napoleón entra en Lyon; el emperador llega esta tarde a París. Se da un cambio en la manera de informar por parte del periódico conforme el propio Napoleón recorre Francia y es acogido de modo favorable por las gentes: primero se le llama bandido y usurpador; el siguiente titular es neutro; en el último se le reconoce como emperador. Con frecuencia los medios pretenden presentar su opinión o su visión de los hechos o su ideología como la verdad, inciden así en la manipulación, que puede presentarse de muy diversas formas: En el titular de la noticia, que es lo más llamativo y en lo que muchas personas se detienen, sin leer ni oír el resto. Ejemplo claro son las noticias sobre manifestaciones en la calle: de un medio a otro las cifras oscilan entre más de un millón de personas» o apenas treinta mil. Lugar de la información en el conjunto del medio: Unos medios abren con determinada noticia; otros la relegan a páginas interiores; algunos, incluso, la silencian. Hay casos muy conocidos de medios de comunicación que no publican una determinada noticia, por contrastada que esté, sobre los propietarios económicos de ese mismo medio. Se entiende que no arrojen piedras contra el propio tejado, pero el completo silencio de algo que es público es especialmente escandaloso. Redacción de la noticia. Un mismo hecho se puede contar de muchos modos, con diferentes sesgos: neutral, positivo, negativo. Silenciar hechos: tanto positivos como negativos que, sin embargo, la opinión pública debería conocer. Las imágenes: Se retocan fotografías de personas a las que desean agradar, favorecer o adular; en cambio, escogen las fotos de situaciones ridículas o grotescas de las personas a las que quieren desacreditar. El caso más claro de manipulación es la mentira. La mentira propiamente dicha es la que relata los hechos de forma conscientemente contraria, en todo o en parte, a lo que son. Otra forma de manipulación es la publicación de rumores, es decir; una información no suficientemente contrastada: una noticia verdadera necesita pruebas. Decir la verdad con caridad: Decir la verdad es una obligación permanente. Cuando nos encontramos con errores que cometen otros, es un deber corregir. Conviene valorar antes las circunstancias, pero no debemos callar por cobardía ante las equivocaciones. Si nos mueve el afecto y el deseo de ayudar y de hacer el bien, hablar con la persona sobre aquello que hizo mal es lealtad y amor verdadero. Corregir con amabilidad y benevolencia es valor que se debe enseñar: corrígele a solas. Debemos, pues, corregir por amor; no con deseos de hacer daño, sino con la cariñosa intención de lograr su enmienda. Sin fisuras: Algunos consideran que el significado inicial de la palabra es, sin-cera: es decir, de una pieza y sin fisuras. Antiguamente, cuando aparecían grietas en una pieza de mármol se utilizaban cera y polvo de mármol para unirlas; quedaba bien y prácticamente no se apreciaba la rotura. Con la palabra sincera, se certificaba que el objeto no se había roto ni arreglado después. Sinceridad significa reconocimiento de nuestra verdad interior: reconocer ante nosotros mismos intenciones y sentimientos y valorar si son justos o no. Esta valoración requiere, en ocasiones, un cambio para salir del engaño y rectificar. Una persona sincera y veraz rechaza las segundas intenciones cuando no son buenas. La sinceridad significa rechazo absoluto de la mentira, el engaño y el disimulo; como valor, implica un compromiso personal para decir siempre la verdad. La sinceridad con uno mismo y ante los demás, hace a los hombres más libres. Es condición fundamental para amar, servir o hacer el bien.
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Artículo divulgativo basado en: El libro Pasó haciendo el bien, de Francisco Fernández C., Conferencias del Lcdo. Vidal Schimill de Escuela para padres y en la compilación "El poder de la verdad", de la Universidad de Ansted, E.U.A. historiaybiografias.com. Cuentos y canciones para compartir valores. Ed. de la Infancia. Conócete a ti mismo, Omraam Mikhaël Aïvanhov. Diccionario de la RAE. Conozca sus fortalezas, T. Rath. Se autoriza la reproducción del artículo, si se menciona como fuente: datamedbank-ec.com
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