Competencias de un buen

profesional de la salud

 

A finales de los años noventa, se establecieron a nivel internacional las competencias comunes para caracterizar un perfil ideal de todo profesional vinculado a la medicina. Una de las más importantes es el profesionalismo. Esta competencia tiene que ver directamente con la experticia del profesional y sus conocimientos especializados (tanto técnicos como asistenciales), los cuales han debido de obtenerse a través de una formación científica sólida. Otra que está relacionada directamente a la anterior es la erudición, como base de una formación constante. El profesional de la salud debe estar en constante investigación y capacitación respecto a los avances científicos y técnicos, especialmente en tiempos en los que los cambios tecnológicos suceden de forma vertiginosa y transforman día a día la práctica médica. Sin embargo, no solo se requieren competencias técnicas. Muchas instituciones coinciden que las competencias vinculadas a las actitudes propias del profesional también son importantes. La habilidad de comunicarse de una forma óptima es una de ellas. Un médico debe saber comunicar al paciente las cuestiones técnicas, referentes a su salud, a través de un lenguaje claro y efectivo que éste pueda comprender. Esto implica además ser empático con los pacientes. Ser capaz de percibir y comprender los sentimientos de los pacientes, le permite al profesional de la salud entablar una relación más humanizada y de esta forma, tener una visión más amplia sobre el padecimiento de los mismos. Hoy se destaca como principal cambio paradigmático que “un médico debe tratar personas enfermos y no enfermedades en una persona”. Esto significa, involucrar al paciente de una forma mucho más activa y empática en el manejo de su propia enfermedad, convirtiéndolo en el centro de todo. También se destaca como competencias necesarias del profesional de la salud actual: tener una actitud crítica, buena capacidad para tomar decisiones favorables para el paciente, ser un líder del equipo asistencial, y estar comprometido con el paciente, con la profesión y con la organización o empresa, en la cual presta sus servicios. Todas estas competencias generalizadas son necesarias para todos los profesionales del sector salud, ya sean médicos, enfermeras o técnicos en cualquier país del mundo. Sin embargo, cada especialidad exige competencias particulares, según sus exigencias y tipo de prácticas médicas.

 

Artículo divulgativo basado en informes del General Medical Council del Reino Unido, del Instituto Internacional para la Educación Médica de New York y de la Fundación Educación Médica de España.

 

Cortesía de:  Datamed Bank - Empresa con experticia en marketing médico -  Guayaquil.