Los Valores Morales
Complemento indispensable para lograr éxito integral
AUTOCONOCIMIENTO: (Autonoción, autopercepción, Autoevaluación)
Junto con el autodominio y la automotivación son los valores personales que forman una de las tríadas más importantes para saber y poder actuar con decisión y cordura, en cada situación específica que nos presenta el diario vivir. Esta tríada es fundamento de la Inteligencia Emocional, materia de primer orden para triunfar en todo campo de nuestra existencia. El autoconocimiento es resultado de un proceso reflexivo mediante el cual uno adquiere noción de su persona, de sus cualidades y de sus características. El autoconocimiento se adquiere mediante la aplicación del siguiente proceso cognitivo: 1.- Lograr una clara percepción de sí, analizando el conjunto de cualidades y características diferenciadoras que poseemos, (nuestra autobiografía) y cómo reaccionamos consigo mismo o con los demás en una situación dada. 2.- Autoevaluando nuestra estima, a objeto de valorar el nivel de aceptación que tenemos de nosotros mismos. En resumen, es necesario conocer nuestro carácter, nuestras debilidades, nuestros defectos y nuestras cualidades. El autoconocimiento es conocerse a sí mismo. Y para lograrlo es necesario estudiar y aceptar que somos seres formados por a lo menos las siguientes dimensiones: física, mental y espiritual. Centrándose en el análisis de sus aptitudes, características, debilidades, defectos y cualidades, obtendrá una autoevaluación precisa y confiable de sí, de lo que desea, de lo que pide, de lo que le falta, punto de partida para crecer espiritualmente, único camino que le permitirá vivir con paz y bienestar desde ya. Sin este análisis, nunca sabrá lo que existe en lo más profundo de su ser, ni sabrá lo que es y significa para usted, el antiquísimo precepto “Conócete a Sí Mismo”, pues se confunde siempre con el cuerpo físico y sus manifestaciones irracionales, y trata de procurarle alimentos, vestidos, joyas, confort, placeres, sin darse cuenta de que no era eso lo que le pedía su verdadero Yo. Las satisfacciones puramente materiales y físicas, nunca han hecho que el ser humano sea más dichoso, ni este más conforme de sí. Es solo cuando empieza a conocerse más profundamente, que le resulta posible, por fin, vivir en el esplendor de la fusión con el Creador de este sistema de cosas y con el Universo todo. Si los sabios de la antigüedad insistieron tanto en la necesidad del conocimiento de sí, es porque este saber abre las mayores posibilidades de avance, de progreso, de éxito. Mientras no conozcamos las necesidades de nuestro Yo superior, damos todo al cuerpo físico, que está atiborrado, mientras que el espíritu está hambriento, sediento, se ahoga y desfallece. Pero muchos humanos ni siquiera creen en la existencia de las otras dimensiones, así que no se ocupan de alimentarlas, de darles fuerzas. Es inverosímil la situación en la que se encuentran muchos, incluso los más cultivados: están orgullosos de su cultura, de sus diplomas, de sus conocimientos y, sin embargo, están siempre agobiados, atormentados, sufriendo, revolcándose en la ignorancia, sin un destino claro, ni brújula que los guíe. Eso prueba que algo no está a punto en sus vidas. Es mejor ser humilde que hincharse de este ilusorio modo de vida. Toda la ciencia, toda la sabiduría está en conocerse a sí mismo, en lograr la fusión del yo inferior (materialista) y del Yo superior (idealista), mediante el crecimiento de nuestra dimensión espiritual. El hombre que llega a conocerse en profundidad, entra en un mundo sin límites, en el que ya no hay separación entre arriba y abajo, entre cielo y tierra, entre salud y enfermedad, entre vida y muerte, donde todos los poderes, las riquezas y las virtudes que el Creador a dispuesto, quedan a su disposición y albedrío. El hombre así unido (fusionado) al Creador, se convierte en Luz y Sal para él y para los demás que le encuentran en su caminar mundano. En esta condición el hombre, a partir y mediante el autoconocimiento profundo, asegura y alcanza la vida eterna prometida, aquí y desde ahora. Recuerde, todo el sufrimiento, en cualquier dimensión humana, es provocado mayoritariamente por nuestro enfoque vivencial equivocado. Conocerse a sí mismo, es gratis, y le traerá bienestar. Más: Ver valor Espiritualidad
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Artículo divulgativo basado en: El libro Pasó haciendo el bien, de Francisco Fernández C., Conferencias del Lcdo. Vidal Schimill de Escuela para padres y en la compilación "El poder de la verdad", de la Universidad de Ansted, E.U.A. historiaybiografias.com. Cuentos y canciones para compartir valores. Ed. de la Infancia. Conócete a ti mismo, Omraam Mikhaël Aïvanhov. Diccionario de la RAE. Conozca sus fortalezas, T. Rath. Se autoriza la reproducción del artículo, si se menciona como fuente: datamedbank-ec.com
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